Eugenio Asencio, árbitro leyenda del waterpolo

El tío Pepe, así le llamábamos algunos de los jugadores de la época por su pose con los brazos en jarra, recordando a la botella de vino con el mismo nombre, con el adorno de un frac y los brazos en jarra en la botella.

Un crack con el pase ... Sí, ya sé, no es jugador, pero mirad en el vídeo los pases perfectos y milimétricos que hace. Algunos, si fuera hockey hielo, le valdrían un punto, ya que se puntúan las dos asistencias previas al gol.

Cuando pitaba se preparaba las pelotas en línea pero separadas, y de repente, piiiiiiiiiiip, saque de puerta ... ni corto ni perezoso te hacía un pase perfecto a la mano ... con el pie !! Sí, con el pie. El primer día me quedé de piedra.

Después, tenía una lucha casi caricaturesca con el gorro que llevaba durante años desde el mundial júnior. Rojo (claro) y orejeras azules. Él me hacía cambiar el gorro cuando jugábamos con blancos. Al final decidí llevar varios juegos de orejeras con distintos colores, pero el gorro era el mismo.

Desde luego no os voy a decir que lo amara. Supongo que cuando eres joven odias a los árbitros y necesitas madurar para ver que también hacen lo que pueden, ... como tú.

Eugenio "Chencho" Asencio era uno de los árbitros más representativos de la liga española. Y el más estricto con el reglamento que ha habido, llevándolo a la rigurosa perfección en todas sus facetas.

Ahora me lo imagino cuando hace de juez de mesa, y en esas faltas en las que se toca el balón le deben comer los demonios por dentro. Cuando él pitaba todo se tenía que parar, incluso cuando estabas en el aire robando una pelota, si la tocabas fuera. Hoy en día acabarían tres los partidos, "pero así lo dice el reglamento", decía.

Font: El Cuervo Waterpolo (18-03-2010)