Abans, els bancs ho finançaven tot, independentment dels recursos econòmics de què es disposava per pagar el deute amb posterioritat. Per tant, la reflexió que molts clubs haurien de fer en aquests moments és sobre la gestió de les juntes directives. La crisi ens va agafar a tots una mica desprevinguts, però el que és una certesa és que per sortir-ne es necessita gent que estigui disposada, sobretot, a donar un cop de mà. Perquè en temps de dificultats és el que s'ha de fer: apostar per noves polítiques financeres que aportin més capital als clubs perquè, al final, els socis no siguin els grans perjudicats amb augments de quotes o derrames que no serveixen per acabar amb el problema de base però sí per causar un gran descontentament.
Es tracta de sobreviure en època de crisi, i la millor manera de fer-ho és apostant per aire nou als clubs: aire en forma de nous socis, aire en forma de nous capitals i aire en forma de noves juntes directives. Només la il·lusió dels que volen reflotar un vaixell que saben que està tocat ens pot ajudar a sortir de la situació que viu el CNB i suposo que molts altres clubs de Barcelona.
El Periódico de Catalunya
Domingo, 6 de noviembre del 2011
Joan Lluís Abellán - (Barcelona)
Desde que en septiembre del 2008 la bancarrota del banco norteamericano Lehman Brothers hizo temblar las bolsas mundiales, muchas cosas han pasado. Si bien es cierto que España ha tenido que hacer frente a una crisis económica sin precedentes, con cinco millones de parados, el mundo del deporte no ha vivido ajeno a esta crisis. Nos guste o no, no todo en esta vida es fútbol y las ingentes cantidades de dinero que mueve este deporte a nivel profesional.
Hace 66 años que soy socio del Club Natació Barcelona (CNB), y durante todo este tiempo he visto y he vivido de todo: desde épocas de esplendor deportiva, porque hemos sido en el pasado referente del mundo del waterpolo y de la natación, con campeones olímpicos, a épocas en las que la austeridad había sido la gran bandera del club.
Antes, los bancos lo financiaban todo, independientemente de los recursos económicos de los que se disponía para pagar la deuda con posterioridad. Por tanto, la reflexión que muchos clubs deberían hacer en estos momentos es sobre la gestión de las juntas directivas. La crisis nos pilló a todos un poco desprevenidos, pero lo que es una certeza es que para salir de ella se necesita gente que esté dispuesta, por encima de todo, a arrimar el hombro. Porque en tiempos de dificultades es lo que hay que hacer: apostar por nuevas políticas financieras que aporten más capital a los clubs para que, al final, los socios no sean los grandes perjudicados con aumentos de cuotas o derramas que no sirven para atajar el problema de base pero sí para causar un gran descontento.
Se trata de sobrevivir en época de crisis, y la mejor manera de hacerlo es apostando por aire nuevo en los clubs: aire en forma de nuevos socios, aire en forma de nuevos capitales y aire en forma de nuevas juntas directivas. Solo la ilusión de los que quieren reflotar un barco que saben que está tocado nos puede ayudar a salir de la situación por la que atraviesa el CNB y supongo que muchos otros clubs de Barcelona.
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