El Club Natació Barcelona (CNB) celebra mañana sábado elecciones a la presidencia y su junta directiva, las primeras en ocho años con más de un candidato, en una de las más delicadas situaciones financieras que ha vivido el club.
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03.11.2011 Barcelona Bernat García.
El hasta ahora presidente, Sebastià Millans, ha decidido no volverse a presentar tras 15 años de mandato, y dos nuevos aspirantes se enfrentan por liderar esta entidad: la hasta hace poco vicepresidenta del club, Susana Closa, y el opositor de Millans, Juan Lluís Abellán, quien ya se había presentado hace años.
El club deportivo forma parte de un exclusivo grupo de entidades barcelonesas, el llamado G-16, cuyos presidentes se reúnen cada dos meses con discreción para compartir su visión sobre Catalunya y el mundo. Entre los asistentes se encuentran los máximos mandatarios del FC Barcelona, Fomento del Trabajo, el Racc y el Círculo de Economía, entre otros.
Estas elecciones, que decidirán quién se sienta por parte del CNB en estos encuentros, se enmarca en una situación difícil económicamente. La entidad, que agrupa 7.500 socios, registró unas pérdidas de 274.452 euros en 2010, con una cifra de negocios de 6,96 millones en el mismo año.
Abellán, que rechazó hacer declaraciones a este periódico, denuncia en su blog electoral la “crítica situación” del club, que ha perdido 488 socios en el último año. La deuda total ascendía a 10,84 millones. El vicepresidente primero de la actual junta, Frederic Moncunill, asegura que el club es viable: “no hemos dejado de pagar a nuestros proveedores”, defiende.
Susana Closa, que ejerce además de gerente en el Ayuntamiento de Viladecans, no quiere que se la relacione como la opción continuista de Millans: “No somos ni renovadores ni continuistas; somos impulsores”, se define.
Closa asumió la vicepresidencia ejecutiva en enero pasado “para conocer la entidad en profundidad” ante las elecciones, cargo del que dimitió al presentarse. En su candidatura se encuentra el exconseller Joan Vallvé; el ex consejero delegado del Institut Català de Finances (ICF), Miquel Salazar, y el profesor de Esade, Jordi Fabregat.
El CNB vive además desde hace meses un contencioso judicial contra uno de sus exsocios, Enric Meca, que ha denunciado en varias ocasiones supuestos fraudes fiscales y laborales ante diferentes organismos. El Club y cinco directivos exigen 18 años de cárcel por injurias.
La entidad ha realizado dos “regularizaciones voluntarias”, explica Moncunill. La primera de ellas, en 2009, supuso un ajuste de 178.000 euros para remediar irregularidades en el pago de horas extras, aunque el vicepresidente señala que se solventó por iniciativa propia, sin investigación de Trabajo. En la segunda, más reciente, Moncunill admite que ha habido un inicio de investigación por parte de las autoridades, aunque la cuantía a abonar no ha sido todavía establecida.
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